miércoles, 30 de abril de 2008

El Faro de la Cultura


En 1982, el Centro de la Ingeniería de la Ciudad de La Plata me encomendó para conmemorar el centenario de la ciudad la erección de un monumento-fuente a emplazar en la rotonda central de uno de los accesos a la misma, en Avenida Antártida Argentina y Avenida 7. En esta oportunidad retomé el tema de la torre de acero luminosa como una suerte de arquetipo de la civilización que ya había introducido diez años antes en la Torre de Agua Móvil pero con mayores proporciones y repitiendo el tema central en escalas diferentes, en una suerte de polifonía visual. Al mismo tiempo, intentaba representar a La Plata como faro de irradiación política y cultural de la provincia bonaerense. Siguiendo esta línea, lo bauticé Faro de la Cultura.

La obra se inauguró con un acto oficial en el cual la Municipalidad de La Plata aceptó la donación de la obra. En ese mismo acto procedí a enterrar en la base de la obra un mensaje destinado a ser abierto en el año 2082, a los cien años del evento.

Dicho mensaje es un intento de resumir mi concepción de la vida y del arte e intentar la audacia de imaginar como será el mundo dentro de cien años, emitiendo un mensaje válido para ese momento.


In 1982, the Engineering Centre of La Plata asked me to commemorate the centennial of the city, with the erection of a monument-fountain in one of the parks at the accesses to it, at Argentina Av. and Antarctica Av. 7. On this occasion I brought back the topic of a steel tower light as a sort of archetype of civilization, which I had already introduced a decade earlier in the Torre de Agua Móvil (Moving Water Tower) but with greater proportions and repeating the theme in different scales, in a sort of visual polyphony. At the same time, trying to represent La Plata as a lighthouse of political irradiation and cultural life of the province. Therefore, the name: Faro de la Cultura (Lighthouse of Culture).

In the opening's official ceremony, in which La Plata's authorities accepted the donation of the work, we proceeded to bury on the basis of the work a message intended to be opened in the year 2082, one hundred years after the event.

That message was an attempt to summarize my outlook on life and art and the audacity to try to imagine how the world will be within the next one hundred years, trying to send a valid message for that moment.


viernes, 25 de abril de 2008

Corazón Planetario


A mi regreso de Séul (donde fui a realizar una obra monumental con motivo de las olimpíadas de 1988) las autoridades de la Fundación Favaloro me manifestaron su deseo de contar en su recién inaugurada sede de la Av. Belgrano con una obra mía. Esta solicitud, que me apresuré a cumplimentar con agradecimiento, dio origen a Corazón Planetario.

La obra completada en 1990 fue emplazada en el frente del Edificio, sobre el atrio de acceso de la planta baja. En el 2005, con motivo del trigésimo aniversario de la Fundación Favaloro, escribí el siguiente texto:

La verdad de la obra “Corazón Planetario” no está en lo que representa, sino en la manera en que la representación se conduce y afirma.

He intentado crear un espacio envolvente y otro sugerido, con planchas de acero inoxidable a través de un amplio abrazo sentimental. En el tope de la obra se ven dos semiesferas pulidas a espejo del mismo material que reflejan un fragmento de la realidad circundante y que abarca el extremo finito de la imagen, al extremo infinito de la contemplación.

Como en todas las obras de mi autoría, esto implica una premeditación: anteproyectos, dibujos y maqueta a escala que fueron presentados previamente al doctor René G. Favaloro.

Por lo tanto, visualizar una presencia se distingue por su originalidad dentro de un contexto de múltiples ramificaciones. Finalmente estoy persuadido de que el arte es la moneda de lo absoluto.

Gracias, doctor Favaloro, por darme esta oportunidad de estar a orillas de la Fundación. ¡De todo corazón!



At my return from Seoul (where I went to make a monumental work during the 1988 Olympic Games) the authorities of the Favaloro Foundation expressed their desire to count with one of my works in their newly opened headquarters in Av. Belgrano. I hasten to fill this request with gratitude, giving birth to Planetarium Heart.

The work, completed in 1990, was located in front of the building, on the atrium of access on the ground floor. In 2005, on the occasion of the thirtieth anniversary of the Favaloro Foundation, I wrote the following:

The truth of "Heart Planetarium" it’s not in what it represents, but in how the representation is conducted and states.

I tried to create an enveloping space and another suggested, with stainless steel plates across a broad sentimental hug. At the top of the work there are two hemispheres polished to mirror, made of the same material, reflecting a fragment of the surrounding reality and covering the finite end of the picture, to the infinity edge of contemplation.
As in all of my works, this implies premeditation: blueprints, drawings and scale models which previously were presented to Dr. Rene G. Favaloro.
Therefore, to display a presence is distinguished by their originality within a context of multiple ramifications. Finally, I’m convinced that art is the currency of the absolute.
Thank you, Dr. Favaloro, for giving me this opportunity to be at the shore of the Foundation. From all my heart!

jueves, 24 de abril de 2008

Monumento a la democracia


Juan Jacobo Bajarlía ha dicho, a propósito del Monumento a la Democracia, inaugurado en el 2000 y erigido en una plaza en Marcelo T. de Alvear y 9 de Julio:

Gyula Kosice lo concibió como un canto a la libertad, la paz y la solidaridad. Eso dicen, en su lenguaje mágico, los tres chorros de agua que emergen de la fuente monumental en su ambición de alcanzar la esfera de acero inoxidable que sostienen dos columnas que hurgan el cielo, apoyadas por otras dos que son otras tantas guardias que socorren a una esfera que conoce la expansión del futuro.

Esas columnas, dos brazos en alto que aferran la esfera del mundo para custodiarlo, son las ansias de un creador argentino, que también se aferró a la invención para darnos la primera vanguardia de América que iba a recorrer el mundo, como una esfera que llevaba el nombre de Madí. Y mirando bien el Monumento, su figura nos da la M, la letra inicial que anticipó el movimiento Madí y los sueños de Gyula Kosice.


Escultura monumental

Próximamente se erigirá en Bratislava la obra Júbilo para Eslovaquia. The work Jubilation for Slovakia will be soon erected in Bratislava.

miércoles, 23 de abril de 2008

Tríada - Fuente del Milenio


Hacia fines de 1999, recibí un encargo para la ciudad de Junín; se trataba de una donación que hacía un arquitecto a esa ciudad bonaerense, en la que había construido muchos edificios.

El Monumento se llamó Tríada – Fuente del Milenio y fue emplazado a principios de 2000 en un lugar singular de la ciudad, en la confluencia de dos avenidas, frente a un edificio en torre construido por el propio particular y que había pasado a ser el más alto de la ciudad.

Se trata de un conjunto que de algún modo retoma el concepto triádico de Victoria de Seúl, con tres robustas patas laminares de hormigón armado. No obstante, en este caso, dado que la obra iba a ser ejecutada por contratistas comunes y sin habérsenos encargado la dirección de obra, opté por una versión más simplificada de aquel concepto, sin el juego de torsión central que caracterizaba a Victoria. La altura final fue de siete metros, y también incluí elementos hidrocinéticos y lumínicos.

El monumento se ha convertido en un ícono juninense, siendo uno de los lugares preferidos para espectáculos artísticos al aire libre. Rodeada por la Torre San Martín, la moderna Plaza Fuerzas Armadas y el extremo del remodelado centro comercial de la calle Roque Sáenz Peña, forman un atractivo y vanguardista espacio urbano.


sábado, 19 de abril de 2008

Homenaje a Punta del Este


En 1982 el estudio de los arquitectos Barañano y Blumstein me encomendó la realización de una obra para el flamante edificio El Torreón, que acababan de inaugurar en el balneario. La obra se llamó Esfera Cósmica. A ella siguió una obra de seis metros emplazada en una plazoleta de la Playa Brava, que se llamo Homenaje a Punta del Este y me dio la primera oportunidad de trabajar con hormigón armado.

Consistía en dos robustos arcos que partían de una base común al modo de un diapasón curvo. Entre ellos, a lo largo de un eje se enfrentaban dos semiesferas de plexiglás. El agua, que circulaba por tuberías dentro de los arcos de hormigón golpeaba en forma de chorros contra la concavidad de ambas formas enfrentadas cayendo en una fuente a los pies de la obra. La dualidad repetida en los arcos, las semiesferas y los chorros de agua aludía al beso en el espacio de la mansa y de la brava, que constituía la singularidad geográfica de Punta del Este.

miércoles, 16 de abril de 2008

Le Corbusier y el Poema Electrónico

Cuando terminé de colgar el auricular del teléfono para fijar mi entrevista con Le Corbusier, a mediados de 1958, presentí que nuestro encuentro sería áspero por el límite de tiempo que me otorgó. Presentimiento que se disipó cuando de entrada, al estrecharnos las manos, se hizo responsable de esa aspereza y de ese intervalo accidental que no contaba otorgar a nadie.

Le explico que me interesa sobremanera hacer una nota sobre su personalidad para el diario La Nación. Al oír esto me interrumpe asombrado: Usted debe de ser muy joven, pues todavía cree en los diarios.

Me guía por su casa-atelier, se detiene ante sus pinturas y sus esculturas policromadas (que a mi juicio no guardan la proporción con sus realizaciones arquitectónicas), y me subraya con vehemencia que en el fondo él se siente escultor.

Le menciono, en el transcurso de la charla, la primera y brillante concepción llevada a cabo al crear el objeto estético de uso, la escultura habitable: la iglesia de Ronchamps, y su extraordinario poema electrónico, el pabellón Phillips en la Exposición Universal de Bruselas. L’Architecture c’est une tornure d’esprit et non pas un métier, me dice, mientras me va mostrando una impresionante pila de fotos de sus trabajos, que van desde el arquitecto y el plástico hasta el lúcido escritor.

Dos semanas después viajo a Bruselas, que preside el imponente Atonium. Entre las ochocientas personas estoy yo dentro del Poema Electrónico o Poema sin palabras. La música es de Edgar Varèse y de un nuevo método electroacústico, sale del suelo y rebota contra las paredes envolviendo el público fascinado.

A Le Corbusier, renovador del hábitat humano le debemos nuestra gratitud, y a todos sus colaboradores incardinados en la idea, su maravillosa cristalización.


viernes, 11 de abril de 2008

El árbol de la vida y su lenguaje

El árbol de la vida y su lenguaje - Hormigón armado, acero inoxidable,
plexiglás, luz, agua móvil. 6 x 7 x 4 mts. Centenario, Neuquén, 1992.

En 1992, a pedido de Miguel Angel Giacinti, ideé una escultura hidríca, cinética y lumínica; pero con el agregado de sonido y funciones computarizadas, manejables por control remoto. Dichas funciones regulaban un sistema de captación del sonido del ambiente con un analizador de espectros; se procesaban dichos datos y las cambiantes intensidades sonoras en las diferentes bandas se traducían a su vez en diferentes intensidades de luz y fuerza de chorros de agua.

La escultura presentaba tres volúmenes apenas curvados que descansan su peso sobre un disco rígido, de cemento puro. Arriba, dos semiesferas giran alternativamente, mientras el agua corre. Contenía ocho picos eyectores de agua a presión con sus respectivos cilindros de acrílico transparente y reflectores sumergibles con luz de color azul.

Fue la primer obra de estas características en la Argentina (regulación por computadora); aparecieron numerosas notas al respecto.

martes, 8 de abril de 2008

El espacialismo incosecuente de Fontana

Me reuní con Lucio Fontana en Milán, en 1958. Nuestro (re)encuentro tuvo ribetes emotivos, nos ligaba una corriente afectiva de muchos años. Fontana siempre fue expansivo y nunca perdió nada de su combatividad. En su taller de la via Monforte planeamos nuestra visita a las galerías Selezione, Blu, Grattacelo, Naviglio. Nuestras posiciones estéticas diferían, algunos puentes volaron, persistía en cambio nuestra amistad y mutuo respeto. Su verdadero aporte a las corrientes de arte no-figurativo, y reflejo de su personalidad, son las obras en las que calificaba al espacio como elemento y materia prima. Recordamos el Manifiesto Blanco de 1947, que él no firmó y sí sus discípulos, el que también ayudé a redactar porque su castellano estaba muy mechado con el italiano.

Su espacialismo fue inconsecuente por el hecho de no haberlo llevado hasta sus últimas consecuencias, ni aguzado las certidumbres que ofrecían sus telas tajeadas y perforadas y, por el contrario, haber encauzado su raudal artístico hacia expresiones en que el espacio real –no literario- está desterrado. Lucio ya había incursionado en la abstracción en una muestra organizada por “Il Milion” con objetos escultóricos en hierro en el año 1936.

Fontana = Fuente = fuerza hidráulica sin contención.



Fontana fue uno de los primeros que notó la verdadera importancia del lanzamiento de la revista Arturo, así como de la eclosión del movimiento Madí.

jueves, 3 de abril de 2008

Arp desde sí mismo

Cuando fui a ver, para 1958, a Jean Arp, en Meudon (en las afueras de París), lo encontré trabajando febrilmente. Me hizo recorrer su taller, la planta baja, con sus esculturas, collages y relieves y el primer piso para mostrarme, entusiasta, las pinturas de su inolvidable Sophie Taueber.

Desde lo alto recuerdo que divisé un extenso jardín, sembrado de bronces, mármoles, yesos a los que la nieve daba un aspecto de mansedumbre, como replegándose con el frío, perdiendo alrededor.

Las formas de Arp no son la suplantación de un mundo irrompible, por otro más ensimismado. Son en puridad, una agradecida notación de signos, elementalmente significantes en su concreción. Su plástica y su poesía no son fortificaciones arpianas, sino una dilación de la visión de lo inconmensurable, a la que Arp, con fuerza de ley, puso un límite bien educado y sin riendas.