A mi regreso de Séul (donde fui a realizar una obra monumental con motivo de las olimpíadas de 1988) las autoridades de la Fundación Favaloro me manifestaron su deseo de contar en su recién inaugurada sede de la Av. Belgrano con una obra mía. Esta solicitud, que me apresuré a cumplimentar con agradecimiento, dio origen a Corazón Planetario.
La obra completada en 1990 fue emplazada en el frente del Edificio, sobre el atrio de acceso de la planta baja. En el 2005, con motivo del trigésimo aniversario de la Fundación Favaloro, escribí el siguiente texto:
La verdad de la obra “Corazón Planetario” no está en lo que representa, sino en la manera en que la representación se conduce y afirma.
He intentado crear un espacio envolvente y otro sugerido, con planchas de acero inoxidable a través de un amplio abrazo sentimental. En el tope de la obra se ven dos semiesferas pulidas a espejo del mismo material que reflejan un fragmento de la realidad circundante y que abarca el extremo finito de la imagen, al extremo infinito de la contemplación.
Como en todas las obras de mi autoría, esto implica una premeditación: anteproyectos, dibujos y maqueta a escala que fueron presentados previamente al doctor René G. Favaloro.
Por lo tanto, visualizar una presencia se distingue por su originalidad dentro de un contexto de múltiples ramificaciones. Finalmente estoy persuadido de que el arte es la moneda de lo absoluto.
Gracias, doctor Favaloro, por darme esta oportunidad de estar a orillas de la Fundación. ¡De todo corazón!
At my return from Seoul (where I went to make a monumental work during the 1988 Olympic Games) the authorities of the Favaloro Foundation expressed their desire to count with one of my works in their newly opened headquarters in Av. Belgrano. I hasten to fill this request with gratitude, giving birth to Planetarium Heart.
The work, completed in 1990, was located in front of the building, on the atrium of access on the ground floor. In 2005, on the occasion of the thirtieth anniversary of the Favaloro Foundation, I wrote the following:
The truth of "Heart Planetarium" it’s not in what it represents, but in how the representation is conducted and states.
I tried to create an enveloping space and another suggested, with stainless steel plates across a broad sentimental hug. At the top of the work there are two hemispheres polished to mirror, made of the same material, reflecting a fragment of the surrounding reality and covering the finite end of the picture, to the infinity edge of contemplation.
As in all of my works, this implies premeditation: blueprints, drawings and scale models which previously were presented to Dr. Rene G. Favaloro.
Therefore, to display a presence is distinguished by their originality within a context of multiple ramifications. Finally, I’m convinced that art is the currency of the absolute.
Thank you, Dr. Favaloro, for giving me this opportunity to be at the shore of the Foundation. From all my heart!
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