jueves, 20 de marzo de 2008

Gota de agua acunada a toda velocidad

En 1942 concebí el poema Intuición al rededor de la gesta:


la nebulosa interminable se arrastra donde hay nota y astro ineludible
el torrente puede asistir a las ansias veraces del tímido juicio infantil
como un himno boreal
como una gota acunada a toda velocidad
que provoca la catástrofe de su arquitectura
devuelve al caos su presagio
y al exaltado enigma que medía si hay un poco de lugar
si hay alguien que dice con alegría habitante
aluvión fiel de la esfera que apaga el vértigo
de la gruta al átomo


Seis años más tarde, en 1948, me surgió una suerte de urgencia de dotar de materialidad a esta imagen virtualmente imposible.
Utilizando un adminículo que producía un movimiento pendular similar al de un metrónomo, fijé al eje del mismo un paralelepípedo hueco de Plexiglás, al que llené con agua. Ahora bien, la gota de agua como forma es un elemento fugaz, imposible de apresar y menos aun de “acunar a toda velocidad”. Así que recurrí para materializar la idea a una suerte de trampa visual. Inyecté en la masa de agua una burbuja de aire. Y era esta burbuja de aire, similar a una gota de agua, la que era acunada a toda velocidad con el movimiento pendular del mecanismo.

El resultado es el siguiente:





La obra actualmente está expuesta en mi taller-museo y funciona perfectamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El Libro "KOSICE-biografía no autorizada" de Rafael Cippollini, será publicado próximamente.